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sábado, 3 de enero de 2015

LA ORDEN DEL TOISÓN DE ORO: breve historia


LA ORDEN DEL TOISON DE ORO



Su creación y motivos

La orden del Toisón de Oro o del Vellocino de Oro, es una orden de caballería que en otros tiempos fue de las más prestigiosas fundada en la ciudad belga de Brujas, el 10 de enero de 1430, por el príncipe capetiano (de la Casa de Valois) Felipe III "el Bueno", Duque de Borgoña y Conde de Flandes. La fundación de dicha orden caballeresca se produjo en el momento del matrimonio del duque con la Infanta Isabel de Portugal.

 
Retrato de Felipe III "El Bueno", Duque de Borgoña (1396-1467).
 
 


La orden estaba destinada a producir un acercamiento de la nobleza burgunda entorno a Felipe III "el Bueno" y permitirle honrar a sus más leales servidores y amigos. El primer caballero de los 24 en ser honrado con su ingreso en la orden fue Guillaume de Vienne, siguiéndole Regnier Pot y Jean de Roubaix.

Aunque dedicada a la gloria de Dios y a la defensa de la religión cristiana, la orden se inspira claramente en la mítica aventura de Jasón y los argonautas quienes se hicieron con el preciado vellocino de oro de un carnero con cualidades mágicas, lo que no deja de ser chocante el maridaje de un símbolo pagano (el vellocino áureo del carnero) con el patronato del mártir San Andrés. De hecho, la insignia de la orden es el vellocino de oro rescatado por Jasón y cuelga del gran collar cuyos eslabones están formados por piedras de fuego, de las cuales emergen llamas, y por pedernales estilizados para formar la letra "B" (de Borgoña) alternados. Estos símbolos ilustran la divisa de la orden: Ante Ferit Quam Flamma Micet (golpea antes de que la llama prenda).

 
Fotografías del gran collar y del colgante de la Orden del Toisón de Oro.
 
 


Por otro lado, otras fuentes indican que la orden se creó con el objeto de recordar la gran batalla en la que el israelita Gedeón ganó a los Madianitas defendiendo a la Iglesia de Dios (y en cuyo nombre sacrificó un carnero en señal de agradecimiento). Bulo o no, quizá esta última razón fuera esgrimida para su aprobación en Roma, ya que su creación no fue exenta de polémica por la mezcla de símbolos paganos con los cristianos, tal y como he planteado anteriormente. Sea como fuere, la creación coincidió con los suntuosos festejos de la corte burgunda que se celebraron para los recién casados Felipe e Isabel.

Posterior a la célebre orden de la Jarretera británica, de la que fue elegido miembro Felipe III de Borgoña en 1422 (aunque rehusó tal distinción para no indisponerse con el rey de Francia), el duque creó la suya propia a su medida y poniendola bajo el patronato de San Andrés, de ahí que entre los símbolos de la orden se encuentren siempre las aspas encarnadas (dos troncos cruzados en X), sobre las que sufrió martirio el santo. En cualquier caso, y como todas las órdenes de caballería, la del Toisón de Oro perseguía un mismo fin político: unir a la aristocracia nacional entorno al soberano, apelando no sólo al honroso, gentil y noble espíritu caballeresco, sino también despertando su hambre de distinciones y presentándola como un premio codiciado que alzaba al beneficiado por encima de sus iguales.

 
Retrato de Carlos I "El Temerario", Duque de Borgoña y IIº Gran Maestre de la Orden del Toisón de Oro (1433-1477).


Exclusiva y elitista, la Orden del Toisón de Oro limitaba a 24 sus caballeros en el momento de su fundación. Sin embargo, el número fue ampliándose en 1433 hasta 30 y, en 1516 (de la mano del rey-emperador Carlos V de Austria) a 51.

Los caballeros no podían profesar otra fe que la católica apostólica romana, y debían ser de origen noble (de linaje caballeresco). Su Gran Maestre debía ser, por norma, duque de Borgoña o, en su defecto, descender y ser heredero legítimo de la dinastía borgoñona, tal y como fue cuando la última duquesa soberana de Borgoña, María, casó con el emperador Maximiliano I de Austria, y la orden quedó vinculada a la Casa de Habsburgo y mantenida en vigencia por el archiduque Felipe IV de Austria, "Duque de Borgoña y Conde de Flandes" (el Felipe I "el Hermoso" castellano que desposó a Juana Iª "la Loca" de Castilla) y sus descendientes varones (Carlos I-V y Fernando I de Austria).

La orden sería confirmada y sus estatutos aprobados por la Iglesia Romana con la bula del papa Eugenio IV, el 7 de septiembre de 1433.


La Gran Maestría y el hábito de la orden


En 1574, el papa Gregorio XIII emitió una bula otorgando la gran maestría de la orden al rey de las Españas, el entonces Felipe II de Austria apodado "el Prudente" (e hijo del rey-emperador Carlos I de las Españas y V del Imperio Romano Germánico). Una segunda bula, la de Clemente VIII en 1600, vino a confirmar la supremacía de los Austrias españoles al frente de dicha orden.

En cuanto al hábito, suntuoso como lo es de por sí la joya (el gran collar de la orden), consistía en un amplio manto de terciopelo rojo doblado de armiño -en ciertos casos- o de satén blanco -mucho más frecuente-, con una cenefa que reproducía los motivos del collar en pasamanería bordada en hilo de oro, con un jubón plisado, ancho y largo a juego, guantes, medias y calzado del mismo color, así como el típico tocado medieval que se llevaba en tiempos de Felipe III "el Bueno" y de Carlos I "el Temerario".



Obviamente, con el tiempo, y dada la escisión de la orden en dos después de 1700 (la gran maestría fue disputada entre el rey Felipe V de las Españas y el emperador Carlos VI de Austria), el hábito sufrió un leve cambio en la corte de Viena: el amplio manto se tornó granate. Y es que, por culpa de un cambio dinástico en España que provocó una guerra de sucesión que se extendió por toda Europa, la codiciada orden y su gran maestría fueron motivo de disputa entre el primer Borbón de Madrid y el último Austria de Viena, y acabó siendo partida en dos durante las dos últimas centurias.

Sus grandes maestres fueron:

1-Felipe III, Duque de Borgoña, G.M. 1430-1467.

2-Carlos I, Duque de Borgoña, G.M. 1467-1477.

3-Maximiliano I, Emperador del S.S.I.R.G., G.M. 1478-1482.

4-Felipe IV, Duque de Borgoña, Conde de Flandes, Rey de Castilla, G.M. 1482-1506. (Felipe I)

5-Carlos II, Duque de Borgoña, Rey de las Españas, Emperador del S.S.I.R.G., G.M. 1506-1555. (Carlos I de las Españas y V de Alemania)

6-Felipe V, Duque de Borgoña, Rey de las Españas y de Portugal, G.M. 1555-1598. (Felipe II)

7-Felipe VI, Duque de Borgoña, Rey de las Españas y de Portugal, G.M. 1598-1621. (Felipe III)

8-Felipe VII, Duque de Borgoña, Rey de las Españas y de Portugal, G.M. 1621-1665. (Felipe IV)

9-Carlos III, Duque de Borgoña, Rey de las Españas, G.M. 1665-1700. (Carlos II)


La Disputa por la Gran Maestría

 
Retrato de Felipe V "El Animoso", Rey de las Españas y de las Indias (1683-1746), 10º Gran Maestre de la Orden del Toisón de Oro.

Al morir Carlos II sin herederos directos y habiendo testado a favor del segundo nieto de la Infanta Maria-Teresa de España (1638-1683) -Reina de Francia como consorte de Luis XIV, e hija primogénita de los Reyes de las Españas Felipe IV e Isabel de Borbón, Princesa de Francia y de Navarra-, Felipe de Francia, duque de Anjou (1683-1746), se produjo un conflicto a escala internacional por temor a que Francia y España fueran regidas, en un futuro no muy lejano, por un mismo monarca. A esto se sumó la disconformidad del pretendiente Habsburgo, el archiduque Carlos de Austria, hijo menor del emperador Leopoldo I y hermano de José I, que reivindicaba el trono español como herencia de familia. Es más, sus pretensiones dinásticas encontraron respaldo entre las potencias enemigas de la hegemónica Francia (Gran-Bretaña, Países-Bajos, Austria, Alemania, Portugal,...) y, de paso, reivindicó la gran maestría de la Orden del Toisón de Oro que, según las bulas de Gregorio XIII y de Clemente VIII, correspondía solamente al Rey de las Españas.

 
Retrato del Archiduque Carlos VI de Austria, Emperador Romano Germánico y Rey de Hungría y de Bohemia (1685-1740), 1er. Gran Maestre de la Orden del Toisón de Oro Austríaco.


Tras la Guerra de Sucesión Española que terminó confirmando al rey Felipe V de Borbón en el trono español, éste y el antiguo pretendiente Habsburgo ya convertido en el nuevo emperador del S.S.I.R.G., Carlos VI de Austria, firmaron un documento (1725) en el que se le concedía a este último la dignidad de Gran Maestre a título vitalicio (sin por ello renunciar el monarca español a serlo también, pero de forma hereditaria).

 
Retrato del Duque Francisco I Esteban de Lorena, Emperador Romano Germánico, Rey de Bohemia y de Hungría, Gran Duque de Toscana, Soberano de los Países-Bajos (1708-1765), 2º Gran Maestre de la Orden del Toisón de Oro Austríaco.


Pese a que Carlos VI de Austria falleciera en 1740, cerrando así la escisión de la orden, sus sucesores en el trono del Sacro Imperio, los Lorena-Austria, hicieron caso omiso de la caducidad impuesta por Madrid y siguieron ostentando paralelamente en Viena la gran maestría incluso después de la disolución del Ier. Reich (que sentenció el fin de la supremacía de Austria en Alemania).

Obviamente, el atrevimiento de los emperadores austro-húngaros soliviantó a los soberanos españoles que no cesaron de protestar abierta pero infructuosamente contra esa usurpación. De hecho, la escisión de la orden en dos paralelas (una en Madrid y la otra en Viena), duraría hasta 1918, fecha en que se hunde y disuelve definitivamente el Imperio Austro-húngaro.

 
Retrato de la familia del rey Felipe V de las Españas en 1743, obra de L.M. Van Loo.
 
 
La banda o "cordón" de muaré azul, placas, gran cruces y cruz de la Orden del Espíritu Santo ( Ordre du Saint-Esprit), la más alta distinción caballeresca concedida por los reyes de Francia.
 


En España, los Borbones hicieron cohabitar la vieja Orden del Toisón de Oro con la Orden del Espíritu Santo francés, que les fue conferida a todos y cada uno de ellos por sus primogénitos galos (Luis XIV, Luis XV y Luis XVI), y que siempre tenían a bien llevar ostentosamente junto con la condecoración del vellocino de oro.

Los grandes maestres Borbones fueron:

10-Felipe V, Rey de las Españas, G.M. 1700-1724.

11-Luis I, Rey de las Españas, G.M. 1724-1724.

12-Felipe V, Rey de las Españas, G.M. 1724-1746.

13-Fernando VI, Rey de las Españas, G.M. 1746-1759.

14-Carlos III, Rey de las Españas, G.M. 1759-1788.

15-Carlos IV, Rey de las Españas, G.M. 1788-1808.

 
Retrato de José I Bonaparte, Rey de las Españas y de las Indias (1768-1844).


La ocupación napoleónica, que supuso la renuncia y exilio de Carlos IV, y la Guerra de Independencia, hicieron que la gran maestría fuera ostentada por el hermano y títere del emperador Napoleón I, José I Bonaparte, auto-coronado rey de las Españas, supuso la concesión de dicha orden al mismísimo emperador galo y a otros dignatarios afrancesados, provocando la indignación de muchos príncipes, entre ellos el Conde de Provenza (futuro rey Luis XVIII de Francia) que devolvió su colgante en señal de airada protesta.

 
Retrato del General Arthur Wellesley, 1er. Duque de Wellington, K.G. (1769-1852), Caballero de la Orden del Toisón de Oro Español, de la Noble Orden de la Jarretera y de la Orden del Baño; según Sir Thomas Lawrence, 1815-1816.


Otro incidente es digno de recalcar: cuando la regencia española que asumió el gobierno en ausencia del huído José I -mientras no llegaba Fernando VII de su exilio francés-, concedió la preciada condecoración al Duque de Wellington en 1812, por haber conseguido expulsar a los franceses de la península Ibérica. Aquel gesto de gratitud rompía con la consigna de que dicha orden no podía concederse a persona alguna que no fuera católica, ya que Wellington era de confesión anglicana. Hubo de esperar la confirmación del rey Fernando VII quien, tras tomar efectivamente posesión de la corona en 1813, consultó previamente con el papa Pío VI antes de dar su visto bueno.

 
Retrato de Fernando VII "El Deseado", Rey de las Españas (1784-1833), con el hábito de Gran Maestre de la Orden del Toisón de Oro Español.


Este hecho sentó precedente en la Orden, puesto que Wellington fue el primer protestante en ser honrado con semejante distinción. Para las demás concesiones anteriores, conferidas por el usurpador José I Bonaparte, Fernando VII las anuló de un plumazo.

En esos primeros años del siglo XIX, la Orden del Toisón de Oro española se "democratizó" paulatinamente al ser concedida su insignia a personas protestantes, a católicos ortodoxos, así como a plebeyos merecedores de tal distinción por los servicios prestados. Pero habría que esperar el siglo XX para que fuera también conferida a mujeres, aunque en muy raras ocasiones.

La gran maestría sería nuevamente desempeñada por los Borbones españoles, y muy a pesar de las Guerras Carlistas, de la Iª República, de la IIª República y de la dictadura:

16-Fernando VII, Rey de las Españas, G.M. 1808 / 1813-1833.

17-Isabel II, Reina de las Españas, G.M. 1833-1868.

18-Alfonso XII, Rey de España, G.M. 1874-1886.

19-Alfonso XIII, Rey de España, G.M. 1886-1941.

20-Juan "III", Conde de Barcelona, G.M. 1941-1977.

21-Juan-Carlos I, Rey de España, G.M. 1977-2014.

22-Felipe VI, Rey de España, G.M. 2014-....

En el caso de la reina Isabel II, su tío el Infante Carlos Mª Isidro cuestionó su legitimidad como Gran Maestre de la Orden y su derecho a otorgar la distinción, del mismo modo que cuestionó su derecho a ocupar el trono como mujer, esgrimiendo una ley sálica que había sido previamente derogada por Carlos IV aunque nunca publicada.


Insignia y cordón

 
Retrato de Felipe IV, Rey de las Españas y de las Indias (1605-1665).

En tiempos de los Austrias Españoles -me refiero a los Austrias Menores-, los caballeros de la Orden solían llevar la insignia colgando de un cordón o amplia cinta de muaré negro que, en el siglo XVIII y con los Borbones, se cambió por uno rojo (que la corte de Viena también adoptó), más acorde con el gran hábito de sus miembros. Normalmente llevada al cuello, se fue paulatinamente prendiendo al tercer ojal de la casaca por una cuestión de comodidad.



El gran collar tan solo se lleva actualmente en las grandes ceremonias, siempre con uniforme militar o con riguroso smoking.


Una curiosidad



Alberto II, Rey de los Belgas, fue de los pocos Jefes de Estado en ostentar conjuntamente las insignias de la Orden del Toisón de Oro Española y la Austríaca (concedida por Otto de Habsburgo, su Gran Maestre).

Las reinas Beatriz I de Holanda, Margarita II de Dinamarca y Elizabeth II de Gran-Bretaña son damas de la Orden desde 1985 (las dos primeras) y 1988 respectivamente.

El difunto primer presidente de Gobierno democrático español, Don Adolfo Suárez, aquejado del mal de Alzheimer, fue condecorado con la insignia en 2007.

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